Dios me permitió conocer la música aproximadamente a mis 11 años y desde entonces he servido como baterista en mi iglesia.
es mi pasión, es lo que mas me gusta hacer, es mi escape.
la música me inspira, me relaja y realmente me llama bastante la atención. también la veo como un talento que Dios me dio y me gusta utilizarla para agradecerle por ese enorme regalo.